PLUM CAKE DE LA ABUELA CON SORPRESA



—¿Recuerdas el día que cociné la receta del plum cake de
la abuela? —preguntó con la cabeza apoyada sobre su pecho.

—¡Cómo voy a olvidarlo! Acabábamos de casarnos y tus dotes como
cocinera, perdona que te lo diga, dejaban bastante que desear.

Su mujer puso los ojos en blanco.

—Sí, sí, ya sabemos que tú eres todo un Master Chef, pero lo
importante es que lo hacía con mucho amor.

—¡Ejem! Estuviste a punto de envenenarme con esa sopa bullabesa el
día anterior. ¡Las ronchas que me salieron por todo el cuerpo
tenían el tamaño de champiñones, no podía parar de rascarme!

—No seas rencoroso —le dio un suave pellizco—. Me desafiaste a
cocinar algo comestible y recordé el bizcocho que preparaba mi
abuela. Fácil y delicioso.

En el rostro masculino se dibujó una expresión soñadora al
contestar:

—Y yo me ofrecí a ser tu pinche…

—¡Menudo pinche! Tan solo te dije: «pásame
la harina» y ahí empezó el
apocalipsis. Reconócelo, mientras medías la copita de brandy
aprovechaste para pegarte un buen lingotazo.

—¡Falso! —repuso, ofendido—.
Me acuerdo bien de lo que ocurrió. Tú estabas de espaldas batiendo
los huevos, vestida con unos ajustados shorts vaqueros y un ridículo
delantal lleno de encajes. ¡Encajes, por Dios! ¿Tú crees que
Arguiñano se viste así para cocinar?

—No eran encajes, ignorante. Es
una simple tira bordada.

—Sí, muy simple —replicó,
sarcástico—. En fin, reconozco que estaba algo distraído con
semejante visión y, de pronto, te diste la vuelta, me asusté y no
pude evitar chocar contra ti.

—Claro, soy tan fea…

—Horrorosa —afirmó, al
tiempo que depositaba un suave beso sobre sus cabellos castaños—,
pero no te preocupes, yo te quiero igual.

—Muchas gracias —hizo una
mueca—. Entonces empezaste a desabrocharme la blusa…

—¡Solo trataba de ayudar! Te
habías puesto perdida de harina; pero, yo, pobre inocente, no
esperaba encontrar debajo el sujetador de encaje más sexy que he
visto jamás. ¡Dios! Sujetador negro semitransparente por arriba y
delantalito blanco de chica del servicio por abajo; vamos, la
fantasía sexual de cualquier tío con un poco de sangre roja en las
venas. Fue demasiado.
Mientras hablaba, su mano se coló
por debajo de la camiseta de su mujer y empezó a trazar círculos
con las yemas de los dedos sobre su costado.

—Imagino que fue por eso que
empezaste a manosearme de mala manera —Ella trató de ignorar los
poros erizados de su piel.

—¡Manosearte! Era una táctica
de distracción.

—Me manoseaste hasta que estuve
a punto de dejar caer la masa al suelo —insistió con terquedad.

—¿La misma masa que me diste a
probar con uno de tus dedos y que luego limpiaste de mis labios con
la punta de la lengua?

—¡Esa misma! Me costó Dios y
ayuda meter el molde en el horno y programar la temperatura adecuada.


—No me hables de temperatura
—gimió—. Si alguien me hubiera puesto el termómetro en ese
momento estoy seguro de que hubiera estallado en pedazos.

—Y fue entonces cuando, como el
típico poli de una película americana de serie B, dijiste aquello
tan romántico de: «¡El pollo está en horno! ¡Vamos al lío!».

—Y te cogí en brazos… —De
nuevo se dibujó en su rostro aquella expresión soñadora.

—Y estuviste tres días
quejándote de que tenías las lumbares hechas polvo…

—¡Mentira! —exclamó lleno
de santa indignación—. ¡Yo soy de Bilbao y estoy cuadrado!

—Y dejamos hecha un asco la
chaise longue
que acabábamos de comprar… —siguió ella como si no lo hubiera
oído.

—Y qué buenos ratos nos ha dado. Una gran compra —golpeó
con la palma el almohadón de terciopelo, satisfecho—. Aunque jamás
imaginé el terrible efecto que tendría aquel inocente bizcocho
sobre ti. ¡Anda que no has engordado desde entonces!

Despacio, se deslizó hacia abajo, le subió la camiseta y besó la
piel de su abdomen, distendida hasta el extremo por un embarazo de
casi ocho meses.

—Idiota… —Ella lanzó un suspiro de placer y cerró los ojos,
mientras sus dedos se enredaban en los cortos cabellos oscuros de su
marido.

Plum
cake
de la abuela con sorpresa:
Si queréis la receta de este delicioso plum cake la encontraréis en el blog de Mayte Esteban La Biblioteca de Sabores 
AVISO
IMPORTANTE:
Este
plum
cake
,
preparado en compañía de la persona amada, puede producir
importantes efectos secundarios en forma de tremenda sorpresa nueve
meses más tarde. 

Deja una respuesta

Entradas relacionadas

NUEVAS PORTADAS, NUEVO LOOK

BOOKLISTI, RECOMENDACIONES DE LIBROS

INTELIGENCIA ARTIFICIAL, ¿SÍ O NO?

¡MI WEB isabelkeats.com ESTRENA DISEÑO!

DESCUBRE LOS MEJORES LIBROS CON SHEPERD

HISTORIAS QUE TE EMOCIONAN

¿ERES UNA LECTORA CON PREJUICIOS?

LA NUEVA PUBLICACIÓN SE RETRASA

YA ESTÁ EN PREVENTA!!!

Mi pequeño homenaje a los héroes del COVID19

EL LINCHAMIENTO EN RRSS

Y DENTRO DE POCO…

Y YA NO SÉ CUÁNTAS VAN!

MACHISMO, CENSURA Y OTRAS HIERBAS

RESPIRA HONDO Y CUENTA HASTA DIEZ

¡SORTEO INTERNACIONAL!

SORPRESAS TE DA LA VIDA

SEGUNDA Y ÚLTIMA PARTE

CUANDO PIERDES LA ILUSIÓN

MI REGALO DE NAVIDAD

EL PORQUÉ DE LOS PERSONAJES «CUASIPERFECTOS»

MI TRAMPOSA FAVORITA

AUTORES, ¿COMPROMETIDOS O NO?

Diez curiosidades de TOPB, mi nueva novela:

BIENVENIDOS A MI NUEVA CASA

UN HUMILDE HOMENAJE

ANÉCDOTAS DE UNA TRADUCCIÓN AL INGLÉS

CUATRO AÑOS DESPUÉS…

MI NUEVA NOVELA EN MAYO

MI SUEÑO MÁS CERCA

TIEMPO DE ESTRELLAS

EL PLAGIO O LA FALTA DE IDEAS PROPIAS

COMEDIA ROMÁNTICA CON ESENCIA

EROTISMO, ¿HABLAMOS DE LO MISMO?

¿EXISTE EL RACISMO EN LA ROMÁNTICA?

«ABRAZA MI OSCURIDAD» ESTRENA PORTADA

FIN DE SEMANA ROMÁNTICO

NADA MÁS VERTE, MI NUEVA NOVELA

UN MILAGRO POR NAVIDAD

GANADORAS SORTEO EMPEZAR DE NUEVO

SORTEO EMPEZAR DE NUEVO EN PAPEL

NUEVA NOVELA: VACACIONES AL AMOR

¿INFLUYE EL PRECIO AL COMPRAR UN EBOOK?

ABRAZA MI OSCURIDAD, MI NUEVA NOVELA.

¡ARGHHHH! ¡NO, POR DIOSSSSSS!

FINALES FELICES

RESULTADO DE LA ENCUESTA ¡AL FIN!

¿CÓMO TE GUSTAN LOS PROTAGONISTAS MASCULINOS?

MI NUEVA NOVELA «EMPEZAR DE NUEVO»

AUTOPUBLICACIÓN VERSUS EDITORIALES

BALANCE A UN MES DE LA AUTOPUBLICACIÓN

MIS PROTAS VISTOS POR LORENA LUNA

ADIÓS 2012, NO TE EXTRAÑARÉ

BOOKTRAILER DE ALGO MÁS QUE VECINOS

UN REGALO DE NAVIDAD

LA PORTADA DE MI NUEVA NOVELA

AUTOPUBLICACIÓN, ¿QUÉ PASARÍA SI…?

EL VELO PINTADO

MIS AUTORAS ROMÁNTICAS FAVORITAS II

MIS AUTORAS ROMÁNTICAS FAVORITAS I

Compartir

Deja una respuesta