Mi trilogía de Regencia inglesa cambia de portada, sí, pero esta vez no es para darle un impulso a unas historias que ya tienen unos añitos. Nada de eso. Veréis, antes de terminar Absolución, la tercera de la serie, ya tenía contratada una diseñadora fantástica para hacer las tres portadas.
Pero… como bien sabéis, «El hombre propone y Dios dispone». Esta persona, absolutamente profesional por otra parte, tuvo una serie de problemas personales en esas fechas y, por desgracia, no pudo cumplir con nuestro acuerdo.
Y ahí estaba moi, o sea yo, con las novelas terminadas y revisadas, la fecha de publicación decidida desde hacía meses, y me faltaban, no una, no dos… sino TRES portadas. En fin, que estaba al borde de lo que se conoce como un ADNMCEGI (Ataque De Nervios Modo Cósmico En Grado Infinito).
Pero… como también sabéis bien, «Dios aprieta pero no ahoga» (¿se nota que me encantan los refranes? Nah, qué va).
Buscando, buscando en internet di con un fotógrafo especializado en imágenes de esa época (seguro que las habéis visto en un montón de portadas). La verdad es que me encantaron y ahí está la versión antigua de la serie que, no sé a vosotras, pero a mi me chifla.
Pero… como dice este otro refrán «Más vale pan con amor, que gallina con dolor» (está bien, está bien, no viene a cuento, pero ¿a que es genial?). Vamos, que lo que quiero decir es que nada es perfecto.
En fin, para hacer lo largo corto: este año termina la licencia que tengo para el uso de esas tres imágenes.
Pero… como «Detrás de la lluvia siempre sale el sol» (que no sé si es un refrán, pero que esta vez sí que viene a cuento). ¡Os presento las nuevas portadas, basadas en unas ilustraciones de otra de mis diseñadoras favoritas!
¿Os encantan u os requetencantan? A mí las dos cosas.