Hace algunas semanas, se me ocurrió hacer una
encuesta en el blog. Llovieron las respuestas y resultó de lo más divertido.
Así que hoy vuelvo a la carga con un nuevo estudio de gran interés
científico y sociológico.
encuesta en el blog. Llovieron las respuestas y resultó de lo más divertido.
Así que hoy vuelvo a la carga con un nuevo estudio de gran interés
científico y sociológico.
Esta pregunta va dirigida a
vosotr@s, a tod@s l@s lector@s que como yo disfrutáis de una buena
historia de amor:
vosotr@s, a tod@s l@s lector@s que como yo disfrutáis de una buena
historia de amor:
¿QUÉ
OS PROVOCA UN ¡ARGH! CUANDO LEÉIS ROMÁNTICA?
OS PROVOCA UN ¡ARGH! CUANDO LEÉIS ROMÁNTICA?
A
quién no le ha pasado alguna vez que en el mejor momento de la
historia, en ese preciso instante en el que estás tan metida en ella
que ya te puede llamar tres veces el mismísimo Gerard Butler que tú
ni caso porque estás babeando (literalmente) con el galán de turno
que está todavía más bueno… de pronto, no se sabe por qué, la
autora sale con una descripción, una palabra, un… lo que sea que
te hace lanzar un ¡Arghhhhh! como una casa. Puede ser un comentario,
una prenda de ropa, un rasgo físico de el o la protagonista, una expresión que no viene a
cuento, un… pues eso, un lo que sea.
quién no le ha pasado alguna vez que en el mejor momento de la
historia, en ese preciso instante en el que estás tan metida en ella
que ya te puede llamar tres veces el mismísimo Gerard Butler que tú
ni caso porque estás babeando (literalmente) con el galán de turno
que está todavía más bueno… de pronto, no se sabe por qué, la
autora sale con una descripción, una palabra, un… lo que sea que
te hace lanzar un ¡Arghhhhh! como una casa. Puede ser un comentario,
una prenda de ropa, un rasgo físico de el o la protagonista, una expresión que no viene a
cuento, un… pues eso, un lo que sea.
Como de costumbre empiezo yo: Una
cosa que en algunas novelas aparece el colmo del romanticismo y que a
mí en particular me produce sarpullido es…
cosa que en algunas novelas aparece el colmo del romanticismo y que a
mí en particular me produce sarpullido es…
…Que
los protagonistas compartan el cepillo de dientes
los protagonistas compartan el cepillo de dientes
¡Argh!¡Argh!
y ¡ReArgh!
y ¡ReArgh!
Entiendo que podáis decir: ¡Menuda
chorrada! Al fin y al cabo, cuando vives en pareja intercambias todo
tipo de fluidos, pero ¡a Dios pongo por testigo! que mi cepillo de
dientes es sagrado. Por ahí no paso. Nop. Puede que a algunos les
parezca el súmmum del amor, pero me imagino cepillándome los
dientes con el cepillo de otro (qué tipo de tropezones no habrán
arrastrado esas cerdas…) y se me pone la cara así:
chorrada! Al fin y al cabo, cuando vives en pareja intercambias todo
tipo de fluidos, pero ¡a Dios pongo por testigo! que mi cepillo de
dientes es sagrado. Por ahí no paso. Nop. Puede que a algunos les
parezca el súmmum del amor, pero me imagino cepillándome los
dientes con el cepillo de otro (qué tipo de tropezones no habrán
arrastrado esas cerdas…) y se me pone la cara así:
Venga
chic@s, hagamos el Cuore
de la novela romántica, ¿cuáles son vuestros ¡Arghhhhhh!?
chic@s, hagamos el Cuore
de la novela romántica, ¿cuáles son vuestros ¡Arghhhhhh!?
43 respuestas
Jajaja, no, por Dios, el cepillo de dientes jamás…
Mira que llevo un rato pensando y no se me ocurre nada. Me provocó un argggg completo una novela enterita, de una autora de romántica que vende millones y ha sido traducida a tropecientos idiomas porque parecía que en lugar de escribir la novela se la había dictado a una grabadora y la había sacado sin pulir, aunque después pensé que quizá se trataba más bien de una mala traducción, que a veces ocurre. Emma es un clásico y en papel lo acabé tirando a la basura (lo juro) porque directamente era ilegible.
Un beso, Isabel, si no pasa nada, te veo el sábado.
jajajajajajajajaja que bueno Isabel 🙂 Me ha encantado esta entrada
Besos
Muchas gracias por pasarte y dejar un comentario, Mayte. Ojalá no haya imprevistos y el sábado podamos conocernos por fin!!!
Me alegro un montón, Poppy, yo me reía sola acordándome de cosas, mientras la escribía jajaja
Cuando juntos ven las estrellas, el cielo, el cometa Halley, agujeros negros… esos finales pastelosos ad nauseam jajaja. O cuando la protagonista es hiper independiente pero de pronto descubre que por un hombre lo deja todo, se casa y quiere tener 20 hijos y ser ama de casa. Puff, prefiero no ponerme a pensar en profundidad o me dedico a escribir otra cosa, por Dios!!
Un beso!!
jajaja, te entiendo, Arwen, a mí hay algunas frases que pretenden ponerte los pelos de punta y que más bien te dan la risa floja por lo melodramáticas. Y también me pasa con las protagonistas hiper independientes del siglo XIX, no por lo que tú dices, sino porque me parece imposible esa actitud en aquellos tiempos. Un abrazo!!
Ohhh como fastidian esos momentos! Tú ahí enamorada de la vida de la historia y de golpe, algo que es un zas, en toda la boca! jajajajaja A ver yo odio, odio, odio… Las conversaciones profundas y fuera de lugar en mitad del sexo. Vamos a veeer, que yo entiendo que la autora quiera que entendamos que la relación no es un aquí-te-pillo, sino todo lo contrario, y los personajes jamás de los jamases habías sido tan sinceros con nadie y bla, bla, bla. Pero hombre por favor, todo tiene un límite. En una lectura reciente, una novela por lo demás muy buena, los protagonistas tienen una profundisima conversación durante el acto… ¡Sobre sus creencias religiosas! Por amor de Dios (nunca mejor dicho), ¿estamos locos o qué? ¿no había otro momento para discutir eso?
También me fastidia horrores, sobre todo si la novela es buena y me la estoy creyendo, que de golpe y porrazo se enamoren. A ver, si la novela es mala y no me creo la atracción en ningún momento, pues vale. Pero si la novela era buena hasta ese momento, se había hecho un planteamiento correcto y te deja con ganas de ver la evolución de la historia… Hay autoras que cogen el camino rápido y lo solucionan todo a golpe de 'es que son almas gemelas y el amor es asín.' Pues no, oye, no!
Y en el último lugar del podium de los jarros de agua fría… Que el protagonista masculino cante. Todavía no he conseguido con ninguno que no me parezca una cutrez, o demasiado pasteloso o igualmente fuera de lugar…
Cómo me he reído con tu comentario, Bella. Sobre todo me parto con lo de que el protagonista cante jajaja. Me has hecho recordar una novela que leí en la que el protagonista bailaba, pero en plan moderno así, separado y tal, no un baile sensual, vamos y me entró la vergüenza ajena al imaginarlo jajaja. Qué cosas. Un abrazo y gracias por pasarte por aquí!!!!
Lo del cepillo de dientes no tiene precio. Eso equivale a un ¡aghhhh! prolongado. Algo que me pone de los nervios son los tópicos (taaaan inocente ella, y después sabe actuar mejor que si hubiera escrito el Kamasutra, aunque eso no es de ¡aghhh! sino de ¡aaaaacabáramos!!! Tampoco le encuentro mucho romanticismo en que se pasen la maquinilla de afeitar de una al otro, más que nada para indicar el grado de intimidad. Para eso que se morreen como es debido, ¿no? O que preparen el desayuno.
Eso digo yo, Lydia, menos intercambio de útiles de aseo y más morreos jajaja!!!!
-Momento cepillo de dientes: 50 sombras de Grey.
-Momento Rapto de la gachí: Cualquieeeera de la Lindsay. (Ya aburre hasta la exasperación).
-Momento baile separado y moderno del chico: Novela Innombrable. Autora, mejor dejarla en el anonimato.
Y tantos, tantos… Pero el premio gordo se lo lleva una novela que, a la mañana siguiente, ella coge los calzoncillos de él y se va a la cocina a preparar el baño. (Y yo pensando en las zurraspillas y moriendome de asco)
-Me he dejado la perla de las perlas: Momento tampax: 50 sombras de Grey. (Antilibido total)
Me encantó la entrada Isabel. Te diré que mis "Arghhh" son "Pufff" (¿será porque el idioma cambia al cruzar el charco?. Lo diga como lo diga, suelo soltarlos cuando al leer siento que alguno de los protagonistas toma caminos que no le son propios. Ese recurso de transformar sin previo aviso al personaje. Eso hace que deje de estar metida en la historia, me de cuenta que estoy leyendo un libro y a partir de allí, me cuesta salir del "Puff = Arghhh". Con respecto al cepillo de dientes, dejo manco a quien toque el mío, pero admiro a los personajes que no tienen esa dificultad y, si leo esa escena, no me molesta en lo más mínimo.
Jajaja Laura, esos momentos son impagables. Estoy llorando de risa!!!!
Bueno, menos mal, porque pensé que lo había imaginado. Fue una escena que me provocó arcadas, pero cuando la comentaba con otras personas que habían leído el libro ni se acordaban y ya me entró la duda de si era en esa novela o en otra. Un ascazo, sí señor!!
Me gusta mucho lo de Pufff, María, expresa igual de bien ese momento en que se te ponen todos los pelos de punta. Muchas gracias por el comentario. Besos!!
Isabel……esta pregunta ha calado muy fino en mi!!!!! te cuento una historia…..Yo tenia 19 años y estaba de novio con mi marido…..En ese momento, no estábamos pasándola muy bien, debido a un hecho que nos paso…Decidí viajar a Rió Colorado (mi pueblito), alli me esperaba con amor mi abuelito Sabino, en cuanto me vio,percato que me ocurría algo, me pregunto: -que ocurre hija? le conté con lujos de detalles y el con una pregunta simple – hijita, vos usarías el cepillo de dientes de Jorge? – sin dudarlo le dije SI!!!!! por que abu?……Por que es el hombre de tu vida y nada, ni nadie los va a separar….es cuestión de vencer los obstáculos. Y aca estamos, felices e intercambiando fluidos y cepillos….
No me lo puedo creer, Mónica. Según tu abuelito Sabino mi marido no es el hombre de mi vida, porque ni siquiera con él intercambiaría el cepillo de dientes. OMG!!!!!! jajajaja
No creo que sea tan al pie de la letra Isabelita…..Mi abuelo, un hombre Español, sabio por los años, creo que me quiso poner a prueba…Yo, era su nieta mayor…..actualmente, cuando siento olor a café, se que es el ….MI ANGELITO QUE ME CUIDA….
jAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAQJA.
Sí, a veces se pasan algunos autores.
Cómo me alegra que puedas contar con él, aunque ya no puedas estar a su lado. Un abrazo!!
A todas se nos va la mano alguna vez jajaja
Me encantó el comentario de Mónica; aunque respeto todas las opiniones, su comentario en particular me recuerda que la vida no es tan plana y que siempre existe excepción a las reglas. Sobre todo en cuanto a las reglas opinológicas actuales, en que existen, tal vez, demasiados casilleros estructurales conceptuales. No lo digo por el intercambio de cepillo solamente, y que dicho sea de paso, yo también mantengo el celo por el espacio personal y útiles de aseo, jajaja En fin. A mi juicio, el amor es un don maravilloso. Con o sin intercambio adicional de fluidos adicionales… Jajaja.
Me entretuve bastante leyendo sus comentarios, que me sirven de recoger ya que proceden de personas lectoras. Aunque diré que en los momentos que se escribe más valdría pensar en desarrollar la obra que en otras cosas. Si se pensará en agradar a la crítica, la fama, ser el mejor que otros o en no "agredir" sino que en agradar plenamente a los lectores, sinceramente, poco se escribiría.
Quizás lo que más juegue en contra sea la prisa. La prisa que que le inyecta a las personas los apremios de los llamados nuevos tiempos.
Bueno, en fin. Saludos cordiales.
Muchas gracias por dejarme tu opinión, Tigre, y estoy completamente de acuerdo contigo: el amor es un don maravilloso. Y es muy cierto que no se puede agradar a todo el mundo cuando se escribe, sino que hay que escribir lo que te sale de dentro a veces con mayor o menor acierto. Pero esto son detallitos sin importancia que en un momento dado nos hacen echarnos unas risas. Un abrazo!!
Gracias Isabel. Un abrazo.
Mi AGHHHH!!!! Es para las protagonistas que se dejan mangonear por un simple beso, que parece que tengan el cerebro de papilla y que piensen con lo de abajo como los hombres, me parece repelente a más no poder que a la primera de cambio de dejen seducir… y lo que me da más repugnancia es que en las escenas (que por cierto suelo saltarme pero siempre se escapa alguna…repugnante) cuando comen lo que no se come… creo que ya me has entendido…. eso es repugnante a más no poder, no sigo que vomito…
Jajaja, Laidy, me hago una idea de lo que quieres decir. Muchas gracias por pasarte y dejarme tu comentario. Besos!!
Creo que la escena del Tampax de 50 Sombras es, como decimos por acá, "mucho con demasiado". También casi me muero cuando Gideon Cross se masturba furiosamente con una sábana mientras está teniendo una pesadilla. Eso me perturbó en demasía y yo no me escandalizo fácilmente. No obstante, pasando de esos ejemplos concretos siempre pongo los ojos en blanco cuando hay alguna escena que involucre algún tipo de trapo húmedo para limpiar los remanentes del sexo. ¿Por qué el protagonista tiene que estar limpiando la entrepierna de ella? Una ducha estaría mejor, si quiere que la ayude a meterse en la bañera, pero que no vaya a buscar ningún trapo mojado como si de una enfermera de Terapia Intensiva se tratara…
Jaja, Erika, creo que en algún momento he escrito una escena como esa, voy a revisarla ahora mismo jaja. La del Tampax ya la he comentado, pero la de Gideon no la conocía, tendré que ponerme al día. Gracias por pasarte por aquí!
No me gusta nada cuando en la historia de amor empiezan a haber prácticas sexuales tipo sado o incluso tríos, etc..
Por cierto isabel, para cuando una nueva novela?Me encantan tus trabajos y como escribes.
Gracias por dejarme tu opinión, María!!! Mi nueva novela, Abraza mi oscuridad, está al caer, ya os avisaré!!
Momentos agghhh???
Pues mira, en romántica histórica, cuando dicen que el tío "huele a almizcle". Y resulta que el susodicho producto se saca del trasero de los ciervos. Palabra!! es como decir que un hombre "huele a culo" para mí, jajaja!!!
Y también cuando empezamos con el frote de pezones con pulgar e índice. ¿Es que no saben hacer otra cosa? chico, al final a las pobres zagalas se les pondrá la "cumbre" como dos astas de toro…
Besos.
El Marqués de Rochester olía a culo… jajaja me ha hecho muchísima gracia, Miranda!!! Lo de los pezones no me había fijado, pero tienes razón, a veces parece que estén sacando punta a un lápiz jajaja. Muchas gracias por pasarte y dejarme un comentario. Besos!
JAjajajajaajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja me he tirado un rato riéndome con el comentario de Miranda Kellaway! Es cierto que se dice mucho lo de que un hombre huele a almizcle, pero no sabía de donde venía eso jajajajajajajajajajajaj dios, ya no podré leer mas un libro a gusto!!!
Mis argghhh son sobre todo cosas de mentalidad, por ejemplo, dejé de leer el segundo de Gabriel, (creo que es el extasis de Gabriel) porque cuando llevaban dos semanas, todo era poesía entre ellos y el padre de él le dijo que no podía mancillar la reputación de ella, que debían casarse, fue en plan: WTF??!?!?!?!?!?!?!?!?!?!? dos semanas después y tiene que casarse con ella para no romperle la reputación?!?!?!? venga ya! en una novela histórica puedo soportarlo, en una contemporánea no!
No he leído la segunda parte de Gabriel, Nat, pero desde luego si es así, suena ridículo a estas alturas del siglo. Y totalmente de acuerdo con el comentario de Miranda, a mí se me saltaban las lágrimas, jajaja. Gracias por pasarte!!
No me gusta nada cuando los personajes gruñen..Es que en todas las novelas igual…
Jaja Anónimo, nunca me había fijado!! Gracias por comentar!
Calla, qué me has leído el pensamiento, terminé un libro ayer y el final fue tan, tan, tan… Que he venido a ampliar mi comentario y añadir: ¡cuándo los protagonistas bailan! No diré que libro es, por razones obvias, pero es muy famoso (y un tanto controvertido). Y el baile es lento, ¿eh? pero tan sumamente, SUMAMENTE, pasteloso que hasta una lectora de romántica empedernida como yo noté como se me disparaba el indice glucémico. Y colocada justo al final, la escena me ha dejado una sensación malísima, con lo muchísimo que me había gustado el libro hasta el momento (o precisamente por eso). Maaaadre mía, algunas autoras de novela romántica deberían abstenerse de ver películas de Meg Ryan… ¡Por piedad!
Es cierto que a veces a las escritoras se nos va un poco la olla jajajaja, la verdad es que deberíamos tener un termómetro a mano para medir a cada poco el nivel de azucar, porque luego pasa lo que pasa jajaja
Hola, a mi me gusta mucho el momento alta tensión: cuando los protagonistas están a punto de reflejar su relación, de constatarse los hechos y finalmente en el punto máximo ocurre algo y no puede ser…eso es lo más.
Lo que menos me gusta, que sea todo mariposas en el estómago…me gusta la alta tensión, jajaja, hablo en general de las novelas románticas.
Por eso te sigo, porque me gusta como "tensionas" los personajes.
Besos.
Rosa.
Te entiendo perfectamente, Rosa, porque a mí me ocurre lo mismo y es lo que trato de trasladar a mis novelas. Para mí, la tensión sexual es fundamental. Un abrazo y gracias por pasarte por aquí!!
Los besos cuando están recién despiertos, sin un cepillado de dientes previo. Ainssss!!! Yo me lavo los dientes todas las noches, antes de acostarme, pero eso no impide que por la mañana la boca me sepa a zapato. ¿Un beso en ese momento? Mejor no, gracias. PD: Me ha encantado Vacaciones al amor. Gracias
jajaaja, tienes toda la razón, Anónimo, lo que pasa es que decir "se levantó de la cama y corrió a lavarse los dientes antes de besarla" no queda muy romántico. Es como en mi novela Empezar de nuevo, cuando están en la selva durante semanas, no puedo decir "la doctora atufaba a sudor y al coronel le cantaban los pies" queda raro jajaja. Muchas gracias por pasarte por aquí y me alegra que te haya gustado VAA!!!!